miércoles, 28 de diciembre de 2016

El árbol del relámpago (Reseña)

Tengo que empezar diciendo que cuando me dispuse a leer este relato fue debido a un arrebato de ansia motivado por enterarme de que no se sabe cuando va a salir la tercera parte de la trilogía del Asesino de Reyes. Fueron instantes de sudores fríos y rabia comparables a un desagradable mono (y no, no me refiero a un adorable simio, así que baja tu hacha de guerra oh supuesto defensor de los animales, me refiero a uno de esos monos que te hacen ver bebés gateando por el techo de tu habitación) y cual yonki me lancé con avidez hacia las migajas que suponían este relato. De hecho me lo leí de un tirón en media tarde, sin levantarme del sillón hasta que pasé la última página, así que, ahora que han pasado un par de días y he podido digerir por completo la lectura, he decidido plasmar aquí mi opinión.

Como primera valoración he de decir que me ha gustado, cumple con lo que se espera de un relato de menos de 100 páginas: es ligero, tiene una trama que se va desarrollando y con un final más o menos cerrado y ¡lo mejor de todo! nos cuenta algunos pequeños secretos sobre el universo que rodea a Kvothe.

La historia narra un día cualquiera dentro de la vida de Bast, el discípulo de Kvothe, cuando ya están situados en la posada de Roca de Guía y está dividido en tres capítulos: la mañana, la tarde y la noche. No se especifica si ocurre durante o después de los hechos acontecidos en El nombre del viento y El temor de un hombre sabio por lo que puedes leerlo si aun no has empezado con ninguno de ellos o si solo te has leído el primero sin miedo a comerte ningún spoiler.

En cuanto a las sensaciones que me ha provocado tengo que decir que no me ha parecido tan poético como La música del silencio pero por otro lado tiene una trama más elaborada y te ayudan a conocer mejor las motivaciones de Bast. El relato tiene un cierto parecido a un cuento (la mayoría de personajes son niños), pero un cuento con pinceladas bastantes pícaras y canallas con las que no puedes evitar sonreír.

Para terminar, y por si aun no tienes las suficientes razones para leerlo, quiero poner aquí una pequeña frase (solamente tres palabras) que aparece en las primeras páginas del relato y que le dice uno de los personajes a Bast. Esta frase me ha cautivado y creo que resume muy bien el cuento que hay escondido en el corazón de esta historia:
"Necesito una mentira"