domingo, 3 de mayo de 2015

Ya vienen

Sentado en su vieja silla plegable, Matías contempla todo su apartamento, su hogar en los últimos años. Se fija en la puerta atrancada con tableros y comienza a oír un estruendo de pisadas y golpes en el exterior:

- Policía. Abra. Tiene que abandonar la vivienda, ya no es de su propiedad.

Matías desvía la mirada hacia el martillo que momentos antes ha utilizado sabiendo que no puede hacer nada más. ¿O sí? Agarra la herramienta y se dirige hacia la puerta dónde los golpes resuenan con mayor intensidad. Un brillo de determinación se refleja en su mirada.

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